- (045) 55 37 85 12 83
- KapacitA Servicios de productividad, Calle Valencia, Mexico, Estado de México, México
- maro67_27@hotmail.com
Cerro de Guatecomaque





Leyenda de Tecocomoctli y del Cerro de Guatecomaque
Cuenta Chimalpopoca que cuando los Tepanecas tomaron la Ciudad de Cuautitlán, cuando también vinieron a labrar de nuevo, plantándola de magueyes, la plaza de los Cuauhtitlaneses y a su templo prendieron fuego al tomar los Tepanecas la Ciudad de Cuauhtitlan, apoyados por los Toltitlaneses, Tepoztecas, Cuauhtlapantlaca, Cuahuacas, Tepotzotecas, Coyotepecas, Otlazpanecas, Citlaltepecas, Tzompancas; Tollan, Apazco, Xilotepecy Chiyapan, todos estos pueblos se dicen Tepanecas.Al ser tomada la Ciudad de Cuauhtitlan se hicieron muchos prisioneros que fueron llevados a Azcapotzalco, mataron a muchos Cuauhtitlaneses y de los que no murieron, muchos fueron liberados del cautiverio, fueron ochenta días en los cuales tributaron los Cuauhtitlaneses en Tepanohuayan solo dos veces fueron a dejar su tributo, la primera cuando fue tomada la Ciudad y la segunda cuando se cumplieron los ochenta días, lo que tributaban era su misma manta; cada uno pagaba su deuda con una piececilla de lienzo, cada una de medida de un codo y con papeles de ofrenda, etc.Al ser tomada la Ciudad de Cuauhtitlan, había ido el rey Tecocomoctli a refugiarse en el cerro de Guatecomaque de Huehuetoca ya que los Cuauhtitlaneses eran muy queridos por los de Huehuetoca, después de conquistada la Ciudad fueron los Cuauhtitlaneses a informarle a su mandatario Tecomomoctli. Al oír que había sido tomada y conquistada la Ciudad de Cuauhtitlan no dio entero crédito a la noticia, sin embargo, fueron superados en número por la unión de muchos pueblos. Tecocomoctli tenía a su servicio a dos de sus principales Cohuatequitl y Tehuillacatzin, a quienes despachó a que vinieran a cerciorarse de cómo pasó el caso, partieron del cerro de Guatecomaque y vinieron a observar que hubo mortandad; que en gran número habían sido llevados los cautivos y que los Tepanecas y Toltitlaneses estaban en el palacio de Huexocalco, de inmediato fueron a informar al Rey Tecocomoctli, cuando lo supo el Rey Tecocomoctli se afligió y lloró, pronto despidió a sus principales que se hicieron acompañar de muchos de sus guerreros que con él moraban. Esto fue en el año 3 Tochtli, luego Tecocomoctli Rey de Cuauhtitlan emprendió la marcha acompañado de sus principales, por el camino despachó a Coatequitl, le dijo "de algún provecho me será el tener conversación en México Tenochtitlan, ve a decirlo a nuestros abuelos y hermanos mayores" le despachó con engaños, cuando ya iba llegando a Atzompan, despidió a Tehuillacatzin y le dio "sal a encontrar a nuestro abuelo Cohuatequitl, aquí en Atzompan vendréis a hallarme". Partió Tehuillacatzin y dejó solo al Rey Tecocomoctli. Finalmente, en ese año se suicidó en Atzompan, tomando veneno, se mató a causa de que en su tiempo iba creciendo el ser de Cuauhtitlan y mucho se espantó porque quemaron todo y pusieron fuego al templo, cuya cumbre era de paja, todos estos acontecimientos lo afectaron tanto que él pensó que nunca más se recuperaría Cuauhtitlan que nunca más su grandeza seguiría. Hoy todavía se recuerda a ese gran mandatario y gran amigo de los Huehuetoquenses, se dice por los pobladores que viven alrededor del cerro de Guatecomaque que han logrado escalar y visitar este lugar, que por las noches se escuchan los sonidos del teponostle de las flautas al acompañar las danzas y que los que se han atrevido a entrar en la cueva donde se escondió Tecocomoctli no los han vuelto a ver, se dice que sólo podrán ser salvados si sus familiares y amigos están presentes en cambio del año Azteca.
La leyenda del cerro Cincoque de Huehuetoca
Cuenta la leyenda que el cerro tiene grutas llenas de oro pero que terminan en el mismo infierno, los aztecas sabían dónde estaban las entradas secretas, y ahí mismo llevaban a los prisionero obligándolos a vagar eternamente en ellas, había noches que se escuchaban los lamentos de ellos que se confundía con el silbar del viento, cuentan que los españoles pensaban los aztecas ahí ocultaban el oro, hicieron expediciones para intentar sacar sus tesoros, pero sufrían el mismo tormento que todos se perdían en los laberintos de las entrañas del Cincoque y solo se escuchaban sus lamentos durante los días de luna llena, al paso de los siglos, Durante la revolución mexicana, los zapatistas saqueaban haciendas de la región los soldados federales los perseguían y por ende se ocultaban donde podían los revolucionarios, de la hacienda de Santa Teresa, la Guiñada y Guadalupe llevaban un cuantioso botín huyendo de los “pelones” Trataron de ocultarlo en el cerro Cincoque a sabiendas que había una salida secreta en una gruta que solo sabían unos cuantos, se dividieron para despistar al ejército federal unos jalaron para el cerro y otros siguieron rumbo a jorobas, los soldados tuvieron que decidir a qué parte de los alzados perseguirían, pensando que no tendrían escapatoria siguieron a los que huían al cerro, mientras los seguían entraron en las cuevas secretas donde veían como el camino se iba haciendo estrecho y se iba iluminando con un brillo color dorado que los dejaba atónitos los zapatistas conociendo la leyenda se vendaron los ojos y solo iban guiados por la vista de sus caballos, mientras los federales enloquecidos de avaricia se golpeaban unos contra otros, los gritos de aquellos hombres les indicaban a los revolucionarios que ya no eran perseguidos, pero el calor que sentían era como estar en el mismo desierto, tras una hora que se les hizo eterna salieron del otro lado donde los esperaban sus amigos, ese grupo como única marca les encaneció el cabello, y sufrían de pesadillas al escuchar los gritos de los soldados y de otras almas que aún estaban en las entrañas del Cincoque.Leyenda que acompaña a un mito en el que hay historia y ficción.
Leyenda Popular
Se dice que el Cincoque es un cerro encantado, que hace muchos años era una gran ciudad rodeada de agua, la que, por el mal comportamiento de su población, Dios mandó tapar con tierra.La leyenda asegura que para que esta ciudad retorne, es necesario que un hombre dedicado a adorara Cristo, un Jueves Santo entre en una cueva que existe en la falda del cerro, luego de recorrer aproximadamente 500 metros encontrará una estatua que deberá cargar en sus hombros; pero no tiene que voltear a pesar de lo que escuche o le hagan. Si logra salir de la cueva, tiene que llevar la estatua a la iglesia y orar; entonces la ciudad aparecerá. Hay quien afirma que los que lo han intentado, oyen ruidos de animales, gritos que los llaman y sombras que entorpecen el camino y les impiden lograr su objetivo.Algo con lo que entretienen los abuelos a sus nietos, es la leyenda de los naguales y las brujas. El nahual es un ser demoníaco que puede transformarse en animal (burro, perro, chivo); no hace daño a los humanos, sino que roba animales o alimentos, la única forma de enfrentarlo es con una cruz de madera ante la cual el animal se convierte en hombre. Sobre las brujas, la leyenda cuenta que hace muchos años, en época de lluvia, aquéllas se reunían en el Cerro Grande, por lo que en las noches se veían muchas luces, entonces todas las madres protegían a sus hijos menores de un año ya que las brujas se los chupaban. Primero daban varias vueltas en las casas cuando todos estaban durmiendo; para evitar el ataque de estos seres se ponían una cruz de sal en la azotea, un rosario y un cuchillo. Si por casualidad la bruja pasaba volando, caería y se enterraría el cuchillo quedando muerta. Se comenta que estos seres tienen pacto con el diablo y por eso pueden transformarse.
La Leyenda de Hueitepetl (La montaña grande)
Dicha leyenda nace del pueblo de Nochistongo perteneciente a Huehuetoca, al norte de este municipio y el significado de Nochistongo es “lugar donde se cultiva la gran cochinilla” utilizada como tinte, nocheztli grana o cochinilla que quiere decir sangre de tuna.Los viejos preguntaban: - ¿Qué será tanta luz en la obscuridad?, durante muchas noches se mostraba en los mas alto del Hueitepetl muchas luces y las familias se reunían a lado de su fogata con sus hijos y decían:- ¡qué gran obra de la naturaleza!, - ¡que grandeza se mostraba! Más en verano y menos en invierno y en las faldas del Huatecomaque observábamos y disfrutábamos del gran concierto de baile que daba muchas luces.Hoy inicia la leyenda ¿Qué leyenda? Los viejos se preguntaban: - ¿Sera cierto?, - ¿o es obra de la naturaleza? ¡que grandeza! Todos los vecinos nos reunimos a disfrutar el gran concierto de baile y destreza que se manifestaba en el gran Hueitepetl (montaña grande).Todos con admiración nos quedamos; - Oye Huitzil ¿Qué será eso?;- Oye Miztli ¿Qué vez?, y así pasaba la noche con gran inquietud y tomamos una decisión, visitar la gran montaña- ¡a que gran sorpresa! Todo el tiempo de recorrido guiados por un tochtli y un tlacuatzin. ¡que grandeza! Hasta llegar a la cima y con gran humildad detectamos que, si es verdad, decían los viejos con conocimiento que el que lograra llegar, con su vida lo tenía que pagar.¡ Oh que gran mentira! Lo que nos quería decir es que ahí se encontraba la gran naturaleza. ¡ Que hermosa! Que riqueza ¡ la naturaleza !. La admiramos y la disfrutamos; grandes lagos, grandes montañas, bellos bosques, muchos hermanos volando en el espacio y disfrutando de esos grandes lagos, ¿ porque negar a los humanos tanta belleza? Acampamos sin temor, tan solo el ruido del ratón, pasamos la noche sin ningún altercado solo admirando el espacio celeste y la grandeza de toda la naturaleza.¡ Que gran mentira, que gran error pensar que la tierra no permite el amor !, dichosos debemos estar, por tan maravillosa creación y el disfrute que nos permite el existir; ¡ que brujas ni que brujas solo estrellas y sombras en el encuentro el equilibrio de los seres más apreciados.Los que invadimos y molestamos somos los seres humanos ¿ porque tras tocar la naturaleza si tiene tanta belleza?Aminamos muy despacio y en ese andar nos dimos un reposo. ¡ jamás imaginamos los que los viejos con conocimiento nos decían y lo que nosotros provocaría la búsqueda del equilibrio era lo que querían ! Nos decían ¡no! ¡ no suban! Porque en realidad nos decían era, ¡ buscan, aprendan, observen, disfruten el Hueitepeque ! más prohibido es lo que mas te inquieta, ¡ que grandeza los viejos con conocimiento, que gran enseñanza, que los guarde la gran naturaleza: Madre de toda la enseñanza !. Sin tanto buscar el tochtli y el tlacuatzin nos guiaron a un gran llano, descansamos, nos dormimos y gran sueño tuvimos, todos los animales de esa región visita nos hicieron, sin cuestionar los admiramos, solo querían atención, respeto y protección y nos decían:- Somos igual que ustedes, ¿ Por qué afectarnos si dependemos del mismo camino ? ¿ Porque afectar si nos queremos ?- Somos animales y deseamos los mejor para su familia , y para la nuestra, respetemos y convivamos a nuestro placer.Al día siguiente, solos muy solos a lado de un gran manantial rodeado de hermanos que buscaban agua para tomar.Y dijo Ahuitzotl: - ¿Qué quieren?- Y con gran sorpresa me encontré, queremos lo que ustedes, armonía y elementos para vivir.Dice Ahuitzotl: - ¿ De que habla el tochtli?Miztli respondió: - ¿ Que dependemos de lo mismo y que respetemos su agua en su tierra y si invadimos lo menos que podemos e respetar.Entonces contesta Ahuitzotl: - ¡Oh que ni que, yo me baño en su charco y no me doblaré! Sin pensar se atrevió y gran daño causó, en menos de minutos su aguaje se rebotó. Y le dijo Miztli: - ¿Qué has hecho?, de esa agua depende nuestro éxito.-¿Cuál éxito? - contesto Ahuitzotl y Tochtli respondió:-¿ Que no ves que falta mucho por llegar, que no ves que falta mucho por aguantar?Arrepentido Ahuitzotl trato de limpiar y se dio un gran silencio, en menos de lo que imaginan grandes personajes se acercaron: cuauhtli mazatl, coatl, ocelotl y cantaron, su canto era de tristeza, era de desencanto interminable. - ¿Porque el hombre no respeta nuestro hogar?, si lo que nosotros hacemos es integrar y fortalecer la grandeza de esta gran naturaleza.Con gran pesadumbre regresamos a Nochistongo arrepentidos de lo que dañamos, nuestros padres ya nos andaban buscando y con gran tristeza y pesadumbre llegamos y les confesamos nuestro caminar arrepentidos nos quedamos y nos dijeron:-¡ Que mal han causado, que los perdone la naturaleza, que les sirva de experiencia: a la madre tierra y a la madre naturaleza no se le puede trastocar porque con su vida lo han de pagar!.